El uso de un revestimiento metalizado en lugar de un revestimiento de níquel sobre cobre en el marco de la cerradura, un programa de intercambio con un descuento del 50 % al cabo de 7 años y el cambio de envases de plástico blíster a envases de cartón son parte de un enfoque integral de sostenibilidad que reduce el impacto medioambiental, aumenta la eficiencia de los recursos y apoya la economía circular.
somLock tiene como objetivo proteger tanto al planeta como a sus usuarios mediante un menor uso de productos químicos y energía, una menor generación de residuos y hábitos de consumo conscientes.
La aplicación de un recubrimiento metalizado en lugar de un recubrimiento de níquel sobre cobre en el marco de la cerradura aporta importantes beneficios en términos de sostenibilidad. Estos beneficios se reflejan en los ámbitos medioambiental, económico y de salud laboral.
En los procesos de recubrimiento de cobre y níquel, en lugar de utilizar sales de metales pesados, ácidos y productos químicos complejos, el recubrimiento metalizado utiliza menos productos químicos y un contenido limitado de metales pesados. De este modo, se reduce el riesgo de contaminación del agua y la cantidad de residuos peligrosos.
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El recubrimiento metalizado proporciona un alto rendimiento con capas más finas, lo que reduce la cantidad de metales como el cobre y el níquel que se utilizan. De este modo, se aprovechan mejor los recursos naturales.
Gracias a su estructura con menos capas metálicas, se facilita la separación en los procesos de reciclaje; la cantidad de lodos y residuos peligrosos procedentes de los baños de recubrimiento se reduce considerablemente.
Debido a los efectos alergénicos y tóxicos de los compuestos de níquel, la eliminación del uso de níquel en los recubrimientos metalizados reduce el riesgo de exposición de los trabajadores y crea un entorno de producción más seguro.
En conclusión, el recubrimiento metalizado contribuye de manera significativa a los objetivos de producción sostenible gracias a un menor uso de productos químicos y energía, un menor impacto medioambiental, un ahorro de recursos y procesos de producción más seguros.
Los envases de plástico blíster suelen ser de un solo uso y tienen bajas tasas de reciclaje. Por su parte, los envases de cartón son un material que se degrada más rápidamente en la naturaleza y se integra fácilmente en los sistemas de reciclaje. De este modo, se reduce considerablemente la cantidad de residuos plásticos que se acumulan en el medio ambiente.
El proceso de producción de los envases de cartón suele consumir menos energía y generar menos emisiones de gases de efecto invernadero que el de los envases de plástico blíster.
La práctica de sustituir la cerradura con un descuento del 50 % tras siete años de uso es un enfoque importante desde el punto de vista de la sostenibilidad, ya que prolonga el ciclo de vida del producto y fomenta la eficiencia de los recursos. Estas contribuciones pueden evaluarse bajo los siguientes epígrafes:
Ofrecer la posibilidad de cambiar el producto a un precio reducido al final de un determinado periodo de uso garantiza que la renovación del producto se realice de forma planificada y no aleatoria. Este enfoque contribuye a controlar el bloqueo antes de que pierda su funcionalidad y a evitar la generación repentina de residuos debido a averías.
En lugar de desechar completamente las cerraduras, se anima a los usuarios a participar en un programa de intercambio con descuento, lo que fomenta la inclusión de los productos en el sistema de recuperación. Las cerraduras cambiadas pueden evaluarse en procesos de reparación, renovación o reciclaje basados en piezas, lo que reduce los residuos de almacenamiento regulares.
El modelo de intercambio con un descuento del 50 % establece un sistema basado en la devolución entre el fabricante y el usuario. Las cerraduras antiguas recogidas se devuelven al ciclo bajo el control del fabricante para su recuperación de materiales o reutilización. Esto favorece la transición del modelo lineal de «usar y tirar» a una economía circular.
El reciclaje o la renovación de cerraduras antiguas requiere menos materias primas y energía que la producción desde cero. De este modo, se reduce el uso de recursos naturales y las emisiones de carbono asociadas a la producción.
Desde el revestimiento metalizado con 7 años de garantía hasta el programa de intercambio con un 50 % de descuento, pasando por el embalaje de cartón reciclable, este enfoque convierte a somLock en una solución no solo segura, sino también respetuosa con el medio ambiente y que cuida los recursos.